La condición humana según la Biblia

La condición humana según la Biblia

En diferentes momentos de la historia bíblica, las personas que se encontraron cara a cara con la santidad de Dios reaccionaron con profunda conciencia de su propia condición. Isaías, al ver la gloria del Señor, exclamó: “¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros!” (Isaías 6:5). Años más tarde, Pedro, al presenciar los milagros de Jesús, dijo: “Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador” (Lucas 5:8).

Ambas declaraciones nacen del mismo reconocimiento: ante la perfección de Dios, el ser humano descubre su necesidad espiritual. Esa misma realidad la Biblia la describe como la condición del “hombre natural”.

¿Y si existieran verdades absolutas?

¿Y si existieran verdades absolutas?

Esta entrada nace desde una convicción personal: la existencia de Dios y lo que eso implica para la vida, la muerte y más allá. Reflexiono sobre justicia, fe, el sentido de la existencia y el destino eterno, no desde la imposición, sino desde una perspectiva honesta y abierta al diálogo. ¿Te animas a considerar otro punto de vista?

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