Perdidos

Ante la gloria del Dios tres veces santo, Isaías exclama: «¡Ay de mí, que estoy perdido, pues soy un hombre de labios impuros!» (Isaías 6:5). Ante los signos divinos que Jesús realiza, Pedro exclama: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador» (Lucas 5:8). Isaías dice “perdido” y Pedro “hombre pecador”.

Publicada el
Categorizado como Blog