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El libro de Génesis, el primero de la Biblia y parte del Antiguo Testamento, relata los orígenes del mundo y de la humanidad. A continuación, un resumen de sus eventos y personajes principales:
La Creación
Génesis comienza con el relato de cómo Dios creó el mundo en seis días y descansó en el séptimo. En este proceso, formó el cielo, la tierra, las plantas, los animales y, finalmente, al ser humano —Adán y Eva— a su imagen y semejanza.
El Edén y la Caída
Dios coloca a Adán y Eva en el Jardín del Edén, permitiéndoles comer de todos los árboles excepto del árbol del conocimiento del bien y del mal. Sin embargo, la serpiente (una figura del Diablo) engaña a Eva, quien come del fruto prohibido y también le da a Adán. Como consecuencia, ambos son expulsados del Edén.
A partir de ahí, el pecado entra en el mundo.
Desde el final del capítulo 3 de Génesis hasta Apocalipsis 22:14-15, se desarrolla toda la historia de la humanidad. Ese es el tramo de la historia en el que nos encontramos ahora. Estamos aquí: en ese intervalo, en este tiempo de decisión.
Apocalipsis 22:14-15
Estos textos del libro de Apocalipsis, ya en el Nuevo Testamento, contienen una promesa y una advertencia finales en el contexto del fin de los tiempos y el reino eterno. A continuación, un breve resumen de estos versículos:
Versículo 14: Habla de los bienaventurados —los que lavan sus vestiduras—, una imagen de purificación y arrepentimiento. Estos tienen derecho al árbol de la vida y pueden entrar por las puertas de la ciudad celestial, símbolo de la comunión eterna con Dios.
Versículo 15: Describe a quienes quedan fuera de esa ciudad: los que han elegido un camino de desobediencia y pecado. Se mencionan «perros» (una figura de impureza), hechiceros, fornicarios, asesinos, idólatras y todos los que aman y practican la mentira. Son símbolos de quienes han rechazado a Dios y su verdad.
En conjunto, estos versículos marcan un contraste:
Quienes se purifican y caminan en fidelidad entran a la vida eterna.
Quienes persisten en la mentira y el pecado, quedan fuera.
El mensaje es claro: ¿Dónde quieres pasar la eternidad?
Esa decisión no se toma en el futuro ni en un lugar específico.
Se toma aquí, en este tiempo que nos ha tocado vivir.
“He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.”
2 Corintios 6:1–2
Gracias por leer hasta aquí. Que este mensaje te invite a reflexionar y a acercarte más a Dios.